¿Quieres emprender? 6 pasos antes de empezar

Eres estudiante universitario y te estás planteando emprender como alternativa al empleo. Piensa que entre el 50% y el 98% de la start ups fracasan. No basta una buena idea. Atención a los genios de ingeniería, tecnología y genómica en incubadoras o spin offs de la universidad: ni siquiera basta con una tecnología disruptiva que pueda sustituir de forma barata y eficaz procedimientos más costosos. Por ejemplo, la tecnología de secuenciación masiva ha permitido una miríada de tests genéticos como el diagnóstico genético preconcepcional que no han encontrado aún nichos de mercado a pesar de su indudable valor.

Por eso, antes de emprender ten en cuenta estos 6 pasos:
Piensa antes en tu cliente y en sus necesidades reales antes que en tu producto o servicio: aunque tengas tu producto claro, el que tiene al cliente gana. Tienes que conocer muy bien el segmento al que te diriges. Antes de emprender todo el tiempo que sea necesario a definir tu target según criterios sociodemográficos (sexo, edad, nivel de estudios…), socioeconómicos (nivel de ingresos, tipo de consumo y psicográficos (estilo de vida, sistema de valores…). Una vez definidos, determina bien dónde puedes encontrarlo.

Si puedes hablar con personas reales que puedan ser tus clientes y conocerlos en profundidad obtendrás información más valiosa aún que la de los estudios. Luego debes validar esa información de forma cuantitativa. Conocer al cliente es clave.

Por ejemplo, hoy se cae en el error de creer que todo se debe contar o promocionar en las redes sociales, pero no todos los públicos están en ellas y, sobre todo, si están en ellas hay que determinar en cuáles concretamente. Saber dónde encontrar a tu público es crucial.

Piensa antes en tu cliente y en sus necesidades reales antes que en tu producto o servicio: aunque tengas tu producto claro, el que tiene al cliente gana. Tienes que conocer muy bien el segmento al que te diriges. Antes de emprender todo el tiempo que sea necesario a definir tu target según criterios sociodemográficos (sexo, edad, nivel de estudios…), socioeconómicos (nivel de ingresos, tipo de consumo y psicográficos (estilo de vida, sistema de valores…). Una vez definidos, determina bien dónde puedes encontrarlo.

Si puedes hablar con personas reales que puedan ser tus clientes y conocerlos en profundidad obtendrás información más valiosa aún que la de los estudios. Luego debes validar esa información de forma cuantitativa. Conocer al cliente es clave.

Por ejemplo, hoy se cae en el error de creer que todo se debe contar o promocionar en las redes sociales, pero no todos los públicos están en ellas y, sobre todo, si están en ellas hay que determinar en cuáles concretamente. Saber dónde encontrar a tu público es crucial.

Necesidades e intereses no son lo mismo: si preguntas a clientes por lo que necesitan, igual te dicen que precios más bajos, pero eso no significa que esa sea su necesidad. Por ejemplo el segmento de personas mayores necesita compañía e interacción social, no eficiencia. Si creas una app para mayores que les haga la vida más fácil, asegúrate que multiplica sus interacciones sociales en la vida real (no on line).

El modelo de negocio es clave: una vez conozcas bien a tu cliente, tienes que crear un modelo de negocio que genere ingresos recurrentes. Emprender implica estudiar a la competencia.Aunque lo ideal sería conseguir una idea original e innovadora, en ocasiones una idea que existe simplemente se puede mejorar. Puede que en tu barrio exista ya otra tienda que vende muffins, pero las tuyas pueden estar hechas con productos orgánicos, empaquetadas para regalo, con servicio a domicilio y una sabrosa cuenta de Instagram. Lo más importante es que tu producto o servicio tenga un valor diferencial respecto a la competencia. Un estudio de mercado previo es imprescindible antes de ponerte a trabajar en tu idea.

Si deseas que DISSER te asesore en tusprimeros pasos como emprendedorpuedes contratar sin coste dos sesiones de coaching on line de 20 minutos.

Controla el riesgo: Define, antes de empezar, cuál es el máximo riesgo a asumir.Todo emprendimiento conlleva riesgo, pero existe una gran diferencia entre los emprendedores y los temerarios: el cálculo del riesgo. Si tienes claro tu negocio, ve a por él pero siempre calibrando la inversión necesaria y sobre todo el tiempo máximo en el que podrás mantener tu negocio en marcha antes de que dé beneficios, porque no olvides que a veces una retirada a tiempo es una victoria.

Busca la mejor financiación: Existen muchas formas de conseguir fondos para tu negocio. Además de las líneas del ICO (Instituto de Crédito Oficial), la DIGPYME (Dirección General de Industria y de la pyme) también ofrece cada año ayudas y financiación directa a emprendedores así como servicio de asesoramiento personalizado. Otra opción es lacapitalización del paro, es decir, en lugar de recibir la ayuda mes a mes, recibes en un único pago hasta el 60% del importe que has generado, y el resto en cotizaciones a la seguridad social.

Las mujeres, además, cuentan con ayudas exclusivas para el desarrollo en sectores específicos como el medio rural. Y si no tienes bastante con la ayuda de la administración.

Siempre puedes optar por el crowdfunding (Goteo, Kickstarter, Ululue o Verkami -especializada en proyectos culturales y artísticos.) o los bussines angels, inversores individuales que puedes encontrar en ferias de emprendimiento o eventos de presentación de start-ups.

Protege todo lo que se pueda proteger: Según el tipo de negocio, la ley te obliga a contratar determinados seguros (desde taxistas hasta tatuadores, por ejemplo, deben contar con un seguro de responsabilidad civil) pero más allá de eso, hay muchas otras coberturas – por ejemplo para drones- que pueden ayudarte a protegerte a ti y a tu negocio. Los estudiantes no solemos pensar mucho en seguros, pero si pones tu dinero o el de tus padres, es importante asegurarse al emprender.

En DISSER cuentan con seguros específicos para cada tipo de iniciativa, desde empresas tecnológicas hasta comercio, casas rurales u ONGs. Además, recuerda que siempre puedes contar con una experiencia que, en función de tus necesidades, puede orientarte sobre las coberturas que necesitas contratar.

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